Una extraña y violenta aventura llevará a una mujer de la apatía a la ocupación en I don’t feel at home in this world anymore.
Ruth, la protagonista, es una chica solitaria acostumbrada a acumular atropellos sin oponer resistencia; deprimida y sofocada por la universalidad de la mortalidad. La gota que derrama su rebosante vaso es el atraco que sufre y la desganada actitud de las autoridades para resolver el crimen.
Su viaje personal no culminará en una inverosímil transformación pero sí le aportará un contrapeso en la figura de Tony, un excéntrico practicante de artes marciales con quien entablará rápidamente una fuerte conexión cuando le brinda ayuda para buscar y ajustar a los ladrones.
En una historia como ésta lo extraño no repele gracias a lo genuino del tratamiento y al carisma de sus protagonistas. Melanie Lynsky reafirma su veta de mujer desequilibrada como una Ruth que troca la inacción por el involucramiento y Elijah Wood es el adorable petiso con inclinaciones de justiciero.
Con un tratamiento genuino, Macon Blair, su director y también guionista logra envolver en tono de thriller a personajes atípicos que abandonan las sombras para apropiarse de su destino y con un humor retorcido aprovecha el patetismo y el absurdo para lograr momentos de oscura comedia y entregar una película impredecible, absurda y entretenida. De lo mejor del año. No la dejen ir.
Briseida Alcalá 