Wes Anderson se adentra en su biblioteca interna para desempolvar la historia de los Tenenbaum, entregando un entrañable filme sobre la disfuncionalidad familiar.
Un largo reparto de conocidos lo acompaña: Gene Hackman es el distante patriarca, con un extenso historial de descuido y abandono; Anjelica Huston la madre devota, dedicada por entero al cuidado de los hijos; Ben Stiller el genio financiero, viudo reciente, padre exigente; Gwyneth Paltrow la hija adoptiva, dramaturga precoz, reservada y misteriosa, sumida en una perenne melancolía; Luke Wilson, la estrella deportiva, retirado a destiempo del tenis profesional, secretamente enamorado de su hermana.
Excéntricos y pintorescos, los personajes permiten examinar las marcas de la infancia en la llamada vida adulta. El guión, autoría de Anderson y Owen Wilson aborda el drama familiar sorteando el melodrama con un tratamiento que sin ser infantil tiene su germen en los primeros años.
La historia cuenta también con momentos de comedia, algo de romance y tinieblas, destacando especialmente por la estética de su director, colores cálidos, un llamativo diseño de arte y la nostálgica banda sonora que conforman una cinta entretenida y memorable, producto de su desbordante mundo interior. No la dejen ir.