Piet Mondrian ilustra y justifica en Arte plástico y arte plástico puro la función del arte abstracto como expresión auténtica de la realidad y la belleza intrínsecas.
Concentrando y aislando será posible revelar el balance primario que vedan y velan la subjetividad y el tiempo, transformando la desigualdad en equivalencia.
Objetivo y por tanto esencial, el neoplasticismo alude a la emoción inmutable y general. Reducir es sintetizar para aproximarse a la pureza y esencia que revisten forma y color, buscando y persiguiendo no retratar sino plasmar el equilibrio que mantiene las estructuras que la conforman, definen y determinan.
Dicha plástica conserva y continua la finalidad última del arte, encauzada con una clara conciencia que refleja una época en que el hombre puede aspirar a una libertad total con medios y conceptos acordes a su evolución, desarrollo y progreso. No lo dejen ir.