Geoff (Tom Courtenay) y Kate (Charlotte Rampling) están a una semana de celebrar su 45 aniversario. Una vida juntos que significaría en apariencia saberlo todo el uno del otro. Su estabilidad se revela precaria cuando Geoff recibe una carta que sacará a relucir una cadena de secretos que amenazará su matrimonio.
Narrada en el curso de los 7 días transcurridos desde la llegada de la carta, Andrew Haigh, su director y también guionista nos recuerda que a menudo estamos parados sobre resbaladizo hielo, tan frágil que cada paso puede ser el último y definitivo.
La originalidad del guión radica precisamente en este aspecto, en la insinuada sorpresa, el velado misterio, la cortina que se descorre lentamente para descubrirnos el bufón de la farsa.
Charlotte Rampling lleva la película a cuestas, como una mujer que estupefacta experimenta el desengaño en el momento menos esperado, mientras trata a toda costa de no desmoronarse, Tom Courtenay interpreta al deslucido embustero y villano. Ambos fueron merecedores del Oso de Plata por sus comprometidas actuaciones, reconocimiento merecido también a su brillante trayectoria.
La película forma parte de todas las imperdibles del 2015 y merece ser vista pero sobre todo reflexionada. No la dejen ir.
Briseida Alcalá 