Josh entra a los 20 años lidiando con su sexualidad, la depresión de su madre y la inevitable búsqueda de romance y ocupación de la edad adulta.
La serie destaca desde el primer episodio con su tema musical, que se acomoda en un intro que cambia en cada emisión alrededor de la comida, otro de principales intereses de su protagonista.
Josh Thomas, su creador contagia a su personaje de un buen humor con el que se enfrenta algunos de los momentos más terribles de la vida, como la muerte de un ser querido, la depresión, el suicidio, la propia soledad; abriéndose paso ante sus propias carencias, y sufrimientos. La salud mental se aborda con empatía, paciencia, comprensión y aceptación que no priva de dolor pero invita a mirar la primera parte del claroscuro de la vida.
La amistad es un vínculo fuerte que permite sortear cada obstáculo con nuevos arquetipos de masculinidad sin dejar de lado la eterna búsqueda de afecto, comprensión, compañía y complicidad, remarcando la cualidad de pasajero de cada momento.
Si les interesa está disponible en la plataforma de streaming de Netflix. No la dejen ir.