Secuela, precuela y spinoff, Rogue One a Star Wars Story fructifica los resquicios argumentales en que se inscribe para con un tratamiento lo suficientemente fresco, erigirse en una historia en si misma.
Centrada alrededor de uno de los sucesos más importantes de la saga, la construcción de la estrella de la muerte, el filme apela a la nostalgia sin regodearse en ella. Su singularidad se evidencia desde los primeros minutos, prescindiendo de la afamada escena de los créditos iniciales y siendo también la primera en no ser musicalizada por John Williams.
Junto a las desiciones encaminadas a distinguirla de la línea argumental principal, Gareth Edwardsafronta el enorme reto de una historia con tantos personajes nuevos al establecer puntos de contacto temáticos como el padre ausente, un rescate, el romance entre los opuestos y el peculiar humor de los droides.
Las actuaciones se mantienen a tono, destacando la de Felicity Jones con uno de los personajes femeninos más genuinos de la saga y la de Alan Tudyk como K-2SO, el personaje más entrañable de toda la película.
El planteamiento toma algo de tiempo y buena parte de sus 134 minutos transcurren en presentaciones que se acumulan y luego se entrecruzan en un guión que expande dentro de si mismo el universo conocido de Star Wars respondiendo antiguas preguntas y planteando otras nuevas. Recomendada.
Una respuesta a «Rogue One: A Star Wars Story»
[…] Previo […]
Me gustaMe gusta