George Sand se aboca a la definición de sí misma con Historia de mi vida, el título que da a su autobiografía. Lo hace desde la intención particular de aludir a la vida interior, que es la de mayor importancia en un creador y más en un escritor, esa que no pueden desentrañar las obras, las gestas, los actos, las circunstancias.
La autora recurre a dos recursos estilísticos particulares para distinguir su retrato. Primero, se remonta lejos en el tiempo a los recuerdos de quienes la precedieron, valiéndose de las cartas de su padre y de la memoria de Mauricio, el célebre príncipe que cuenta entre sus antepasados. El amor es una marca que desde el principio divide, separa y hace sufrir, a quien lo siente y a quien lo recibe. Un estira y afloja que hereda de ese padre, valiente y también tibio.
El segundo de que la historia de su vida es también la de su independencia, de la lucha entre dos afectos titánicos, de su madre y su abuela. De las convenciones de la época y de las limitaciones de la fe y de la inteligencia. El trasfondo y razón para la singularidad y libertad de quien tuvo la oportunidad de desarrollarse fuera de la sofocante concepción de la mujer. Ejerciendo una libertad que se consideraba patrimonio exclusivo de la masculinidad.
Los azares que conforman su historia familiar permiten también pintar la estampa de un país y de sus condicionantes y estructuras sociales. El suyo es un tiempo turbulento que da origen a la primera República, y se extiende a la segunda gloria de Francia, que le otorga Napoléon.
Se trata de una vida larga y llena de eventos, desgracias, infortunios, amistades y afectos, pasiones. Sus tratos con los personajes definitivos de la época, Balzac, Delacroix, Chopin, pero fuera del eje que la volvía musa, y la equiparaba igual, no objeto, sino sujeto, no compañera, sino protagonista.
En el relato destaca también el tono sereno con el que la autora alude a sus búsquedas, sus pérdidas, sus tragedias. Le toma 7 años escribirla. Lo hace al considerar encontrarse en un momento de calma, cuando se puede pensar en las pasiones sin experimentarlas. Buscando trascenderlas para encontrar un puente de comunicón entre las almas. No la dejen ir.