Una larga y sentida carta permite a Marguerite Yourcenar ejercer los portentos de su sensibilidad e intelecto en una disertación de la naturaleza, la culpa, el instinto, la diferencia, en su primera novela, Alexis o el tratado del inútil combate.
El protagonista, Laussan padece de una inclinación que lo vuelve diferente y por tanto penitente, consciente de la naturaleza de la inocencia, la carne y el pecado, dirige su confesión a Monica, la amiga que debiera ser la amada.
El narrador, es también el protagonista, un músico que emplea un nuevo medio para forjar una confesión de vida, medio precario para contrarrestar el silencio que ha convertido su vida en un perenne simulacro, elige relatar su biografía para explicarla, en el afán último de toda vida, ser comprendido
El relato, impregnado de dolor y melancolía se convierte gracias a la autora en el primer portento de su sensibilidad e intelecto. No lo dejen ir.