Román Gubern recoge y condensa una historia tan apasionante como deslumbrante de un arte que no cesa de descubrirse y reinventarse. Tabla rasa para las inquietudes creativas y existenciales del hombre y reflejo de las calamidades y los conflictos propios de su tiempo.
Ningún otro arte ha ofrecido las posibilidades infinitas del cinematógrafo para las inquietudes creadoras del hombre. Proyección y reflejo. Sus horizontes se prolongan hasta volverse inabarcables.
El cine representó una asombrosa pero indescifrable maravilla en sus comienzos. Pioneros e innovadores revelarían su potencial cuasi infinito como entretenimiento, arte y negocio; aristas que alcanzaría en sus más grandiosos momentos una labor que desde su gestación ha de considerarse colectiva.
Entretenido e informativo, el libro es un compendio de obras maestras y significativas que apuntalan la creación de un nuevo arte y también un nuevo hombre, entre la naciente industria, las terribles guerras, los afanes capitalistas, las frustradas utopías; ahí crece y se desarrolla el cine, como vehículo inigualable de expresión de las inquietudes, frustraciones y aspiraciones de las naciones y los hombres.
Crónica breve en tiempo, inmensa en actitudes, presencias y acontecimientos; traza un panorama complejo de intersecciones entre cultura, historia, economía y política, alrededor del cual gravitan y permean los creadores. Cada cinematografía, autor y momento posee particularidades que se interceptan con las de otros, tejiendo un enramado fabuloso de estampas y espejismos. No lo dejen ir.