Juan José Arreola es probablemente el mejor cuentista de México. ¿Por qué? Por su capacidad extraordinaria de condensar en un breve texto el poder de la mejor de las novelas; capaz también de arrastrarnos y sumergirnos en los mundos que crea, con esa voz poderosa, seductora, hechicera.
Coincide con Rulfo en la economía del lenguaje, y con Borges en la mezcla de erudición e inventiva necesarias para reescribir los mitos, pero de todos se separa con esa distintiva voz, con esa cadencia que nos lleva desde el principio hasta el final del texto, con ese poder increíble que nos hace pasar por las páginas que desearíamos infinitas, por el poder que ejerce sobre nuestras entrañas, pero sobre todo por su contundente final, por esa exactitud, esa increíble demostración de maestría para llevar al cuento a niveles que antes no había alcanzado.
Confabulario reúne sin duda lo mejor de su obra, textos que escapan a definiciones, a categorías, a géneros; preocupados únicamente en trocar realidad por fantasía y viceversa, en ser el vehículo de su mundo interno. No lo dejen ir.
Dato curioso, no existe realmente una versión definitiva de Confabulario, pues el autor se encargó de nombrar así a distintas recopilaciones de sus relatos. Por mi parte me he dado a la tarea de leer las más posibles y formar mi edición definitiva, sugiero al lector hacer lo mismo.
Briseida Alcalá 