
La gran persecución en locomotora de la Guerra Civil Estadounidense cobra vida en The General, obra insigne de Buster Keaton.
Sin más pretensiones que divertir, el guión no vacila en tomar las libertades creativas necesarias para convertir el suceso real en un filme que mezcla atinadamente la comedia, la acción y hasta el romance, siendo pionera en este aspecto.
Johnnie Gray, el protagonista, es un cándido y torpe maquinista, quien debido a su profesión no logra enlistarse en las filas del ejercito confederado, lo que le acarrea disgustos y alejamiento de la mujer que ama.
Una elaborada estratagema militar consistentes en el secuestro de The General, la locomotora de la cual es conductor, lo llevará a convertirse en el paladín de una de las más notables batallas de la Guerra de Secesión.
Protagonizada, escrita y codirigida por el mismo Keaton. La maestría se encuentra por supuesto en la ejecución de las largas secuencias de la persecución, donde brilla su genio para la comedia fina y siempre a punto.
Alejado de los aspavientos, el humor se apoya en la comedia física, pero no la agota, pues junto a la hilaridad se encuentra siempre ligado el asombro por un filme que mezcla con tino la aventura, el drama y hasta el hecho histórico. Se trata de un prodigio fílmico de precisión y coordinación, realizado por el mismo Keaton, reacio siempre a utilizar un doble para reforzar la sensación de veracidad.
A este respecto toda la producción se encuentra muy bien cuidada y no existieron reparos de presupuesto para la ambientación de época, permitiendo al espectador sumergirse de lleno en la historia.
Al tratarse de un filme silente, el único efecto sonoro es la música que lo acompaña para complementarlo, pero de la que no depende, pues es el uso impecable del lenguaje cinematográfico el encargado de transmitir y narrar toda la historia. No la dejen ir.