Goethe configura una novela a través de las lecciones que sólo la vida puede impartir en Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister.
El protagonista, que da nombre al libro, es un joven idealista e ingenuo para quien toda la existencia se sostiene en la pasión que inspira el amor y la vocación. En su caso el primero se deposita en Mariana y la segunda en el teatro, pero un fruto dulce no evita el sabor amargo, y pronto conocerá el desencanto que lo llevará a viajar para alejarse de ella por consejo de familia y amigos.
Eludirse será la manera de postergar sin abandonar del todo sus inclinaciones, rehuyéndolas para seguir atesorándolas, conociendo durante su recorrido a multitud de personajes que le enseñarán otras maneras de sentir y vivir.
Dividido en 8 libros, cada uno marca una exploración, un encuentro, una aventura, un yerro, con las que el autor señala la contradicción de quien impone lo discursivo a lo factual, pues aunque para el protagonista la virtud equivale a empeño, sigue sin ser capaz de encontrar en sus acciones el «conócete a ti mismo».
Los personajes femeninos, y su desarrollo, son muestra de la sensibilidad extraordinaria del autor, quien en confesiones de un alma bella desarrolla un largo y hermoso monologo con los sufrimientos propios de una condición femenina que se trasciende en quien se sabe siempre individuo.
La belleza de la juventud radica en la inocencia, pero ésta sólo cobrará sentido a través de la madurez que encuentra en la experiencia la manera para encauzar tales bríos. Formación es transformación. No lo dejen ir.
Briseida Alcalá 