Autobiografía

Agatha Christie abre el baúl de la memoria para elegir las experiencias, instantes, personales, lugares y momentos que marcaron su obra y vida.

La casona familiar, los dramas de la infancia, el descubrimiento del amor, la herida insalvable de la guerra, las tragedias personales, la maternidad, la futilidad, en resumidas cuentas la vida misma, todo guiado y unido con el hilo de una imaginación extraordinaria y vívida, Con una narración que parte desde una locación exótica, o lejana para emprender un viaje por tiempo y espacio.

Una memoria espléndida y declaradamente selectiva trae al presente una niñez que caracteriza la aparente medianía pero que colorean los portentos del mundo interior. Nunca sola, Agatha se rodea del universo que ella crea y ella misma habita del que con naturalidad surgirán después sus aclamadas novelas.

Fiel a su educación puritana la autora manifiesta una actitud modesta respecto a sus propios logros, que hablan por si mismos. Nacida en 1890 fue testigo y partícipe de un mundo pulsante y cambiante con una obra vasta y exitosa de más de 80 libros, que sumaron a 8 casas, 2 guerras, 1 hija, dos matrimonios y un recorrido inusitado por el orbe.

Entretenida y divertida como el resto de su obra, la lectura permea una mente lúcida que evidencia una persona ordinaria, como estrategia y mecanismo para navegar las trabas del individuo sensible y de la condición femenina.

La franqueza sin embargo encierra un enigma. Hay una distancia, siempre insalvable entre el lector y la autora, quien se vierte en las páginas, reservando el misterio que no se cuenta ni a si misma, pero que entrega, como en sus novelas, todas las evidencias para que el lector lo resuelva. No queda más que hacerlo. No lo dejen ir.