Descartes cimbra la historia del pensamiento al afirmar la razón como el sustento y fundamento del ser en el discurso del método.
De este descubrimiento partirá con un camino único y por tanto universal. Conduciéndose con orden desde el cero, el estudioso se vacía de opiniones y descubrimientos ajenos para edificar sus sistema como quien construye una casa. Su camino no puede ser otro que él mismo, el individuo como la tabula rasa.
El texto breve y pujante se implanta igualmente en la metafísica al proponer la disciplina que también conduce al dominio y conocimiento de si mismo, meta última de toda iluminación.
Sus principios rectores posibilitan un nuevo modelo de pensamiento que adquiere el orden que hasta entonces sólo ofrecían las matemáticas para brindarle a su ideología el rigor de las ciencias exactas, encauzándola con la posibilidad de alcanzar la verdad como algo factible, llevando la filosofía de la especulación a la práctica. No lo dejen ir.