La relación entre la música, la filosofía y la libertad se sienten como reflexión en la inexistencia del pasado y el legado cultural; temas centrales en Nietzsche y Dostoyevski.
La responsabilidad individual es fundamental en un mundo donde Dios ha muerto, impulsando a la angustia como esencia de la existencia.
La importancia de la conciencia y el legado cultural confirman la búsqueda de significado en un mundo caótico.
