Llucia Ramis explora cómo las posesiones reflejan espectros familiares en la locura, la enfermedad y el vicio. La narrativa se centra en experiencias con el padre, abuelo y amante, revelando un desencanto que invita a redescubrir la realidad. La historia se sitúa en 2007 y refleja secretos que afectan los hogares familiares.
