
Sor Juana Inés de la Cruz, mujer, monja, erudita, musa, escritora. El enigma de su genio y su vida sigue preocupando y ocupando a multitud de intelectuales de nuestra lengua. En su Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, la escritora relata episodios de su niñez y el nacimiento de su amor por las literatura; una inclinación que confiesa superior a sus fuerzas. Pasa de estas memorias a un ejercicio quizá falso de humildad, pero increíblemente astuto para negarse a las proposiciones de dicha monja, quien le invitaba a trocar las letras profanas por las sagradas, confesándose indigna e incompetente para tales asuntos. De ahí, con increíble tacto y astucia refutará a quienes consideren que su condición de mujer y monja la incapacitan para acceder al saber.
La llevan a escribirla la publicación de la Carta atenagórica, que llevaba por prologo las reconvenciones de una tal Sor Filotea de la Cruz, seudónimo del obispo Manuel Fernández de Santa Cruz. Sor Juana, sin saberlo se está viendo envuelta en el juego de poder de los príncipes de la iglesia. Sabe bien cuál es el destino del ávido de saber: el señalamiento, la reprensión y la represión. Ni dentro de las paredes del claustro ha podido ocultar su ingenio. Será el principio del fin para Sor Juana, sólo tres años más tarde abandonaría por siempre el ejercicio de las letras, al menos de manera pública, para terminar sus días servicial en su celda.
El documento se inscribe dentro de los anales del mito, es una pieza histórica indiscutible no sólo por ser la defensa de Sor Juana ante quienes la censuran por su condición de religiosa y mujer. Se trata también de un lúcido ejercicio de crónica histórica sobre las mujeres que destacaron en distintas áreas del saber.
Su carácter confesional y su exposición de los motivos por los cuales la mujer tiene derecho a la educación la sitúan como un documento único en las letras hispanas, además de una obra imprescindible para comprender la vida y obra del Fénix de América. Recomendado.
Si lo desean pueden consultar ambas cartas aquí o descargarlas en formato pdf acá.
Una respuesta a «Respuesta a Sor Filotea de la Cruz»
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